Si fuéramos capaces de definir en profundidad al escritor, me imagino que cada uno de nosotros podría aportar un sueño, una cualidad, debilidad…, que coloreara tanto el papel, que nos saldríamos de él. Habrían muchos aspectos que sin duda se repetirían en las definiciones que elaborásemos y, sin embargo, cada uno de nosotros (como escritores) es indudablemente distinto. Tenemos diferentes puntos de vista. Captamos el universo que nos rodea con nuestros propios ojos, no con los del vecino; y nuestras percepciones son sólo nuestras y de nadie más. La hondura de nuestros sentimientos tiene un sabor y color que sólo nosotros podemos reconocer y expresar, y eso, eso es lo maravilloso de nuestro oficio. La capacidad de relatar una historia que ya ha sido contada antes, desde nuestra propia cosmovisión, y como dice Dorothea Brande (hablé de ella en ¿En peligro de extinción? III):

La idea es que la literatura es siempre una cuestión de punto de vista y de que no hay tema que se repita si se cuenta de otro modo.

Partiendo de esa base y asegurándonos de que una de las principales fuentes de originalidad para escribir ficción, es la honestidad, Brande nos invita a que en un acto de introspección, contestemos de ese modo a las grandes preguntas relacionadas a nuestra existencia, porque de hacerlo así, seremos capaces de…

Escribir una historia que sea honesta, original y única. Pero son condiciones muy importantes, y hace falta mucho cavar para llegar a las raíces de las propias convicciones […]. Si no estás dispuesto a escribir desde el punto de vista honesto que representa tu estado mental actual, aunque tal vez esté lejos de ser el definitivo, puede que llegues a tu lecho de muerte con tu contribución al mundo aún sin completar, e igualmente lejos de una convicción final sobre el universo como cuando tenías veinte años.

Para ser escritor (2015), Dorothea Brande

Así que, mi propuesta de hoy, es que nos tomemos un tiempo para hacer el ejercicio de responder, por lo menos, a tres de las grandes preguntas sugeridas por la autora. Yo por mi parte, me comprometo a hacerlo concienzudamente y a compartirlas con vosotros en tres diferentes entregas.

PREGUNTAS:

1. ¿Crees en Dios? ¿Qué aspecto tiene?
2. ¿Crees en el libre albedrío o eres determinista?
3. ¿Qué opinas del matrimonio?
4. ¿Consideras que el amor romántico es un engaño y una trampa?
5. ¿Crees que el comentario «todo seguirá igual dentro de cien años» es profundo, frívolo, verdadero o falso?
6. ¿Cuál es la mayor felicidad que eres capaz de imaginar? ¿Y el mayor desastre?

Para terminar, deciros que si tenéis oportunidad, os devoréis Para ser escritor. Es uno de los mejores libros que me he leído para escritores en construcción y brinda a parte de éste, más ejercicios prácticos que nos ayudan a ese saber mirar de nuevo para escribir mejor.

*Foto: http://combiboilersleeds.com/images/dorothea-brande/dorothea-brande-0.jpg