Reflexión.
© 2017 Paloma Velilla Vico
¿Quién soy yo?
¿Quién decide quién o qué es la madurez? El camino de cada persona es irremediablemente diferente. No me pidas que actúe o piense de acuerdo a tu regla de medir, porque nunca estaré a la altura. Pienso y soy de la única manera que sé.
Estoy cansada de tener cuidado, de no poder decir gritando lo que pienso de cada cosa, de ser mal interpretada, de que vean en mí algo que no soy. ¿Me debería importar? Tal vez no, dicen que no, pero es algo que se me escapa. Si no tengo cuidado hiero, y cuando es así me califican de inmadura, terca como una mula, impulsiva…
¿Es la soledad la respuesta? No, porque no creo que hayamos sido puestos aquí para estar solos. Entonces, no me queda más remedio, tengo que tener cuidado pero no por el qué dirán o qué pensarán, sino por no herir al otro. Al herir al otro me hiero a mí misma porque, esto de la humanidad no es que sea un conglomerado, no, somos uno solo, un todo.
¿Quién soy yo?
En medio de todo, nada.
En medio de la nada, una respiración, un aliento que, sin saber por qué, vive, siente, ama, es.
¿Quién soy yo? ¿Por qué he de conocerme? ¿Para qué? ¿Quién eres Paloma? ¿Lo sabes?
Me duele el dolor.
La ira sabe contenerse pero me quema por dentro.
El color me inspira.
La justicia es una necesidad como el aire que respiro sin querer.
El amor me llena, me infla el alma, me eriza la piel y los sentidos. Cuando hay amor quiero ser.
Sufro con lo que no entiendo. Le doy vueltas y vueltas, y más vueltas hasta que se convierte en un torbellino confuso y desagradable.
Tengo sed. Sed de estar, sed de sentir, de ser, pero no como lo soy día a día. Quiero ser estando despierta.
Soy paciente, espero.
¿Quién eres?
¿Una pieza más? No, no lo soy.
Quisiera que nadie infligiera dolor a nadie porque sufro, y no quiero sufrir.
Quisiera partirme por la mitad y gritar: «¡¡Esta soy yo!! ¿No lo ves?» Pero nadie está preparado para encontrarse con las profundidades del otro. Da miedo y, sin embargo, tengo sed también de eso, de conocer al otro. No al que se me presenta cual carta de presentación con logros y datos personales superfluos que no me dicen nada. Quiero conocer al otro de verdad. Al que se esconde tras capas y capas de estúpidos requerimientos sociales.
¿Quién soy yo?
Alguien que juzga, a veces bien, a veces mal. Alguien que se atreve a mentir de vez en cuando. Alguien que deja cosas para más tarde. Alguien que no termina de amarse. Alguien que no entiende el mayor de los porqués.
¿Por qué?
¿Por qué tú?
¿Por qué yo?
¿Por qué ser?
Y le grito al vacío: «¡Mírame! ¡Mírame! ¿Te ves? Usa mis ojos, mis manos, mi olfato, todos mis sentidos. ¿Te ves? Siente como siento ¿Duele?
¿Por qué nadie comentó este texto?
Hay aquí muchas preguntas que piden respuesta y una persona que las busca, o las tiene pero no lo sabe, o puede que lo sepa, pero, aún así, pregunta.
¿No nos hacemos todos algunas de esas preguntas? ¿Acaso tenemos las respuestas? Entonces ¿Por qué nadie contesta?
¿No empezamos todos de cero? ¿No estuvimos alguna vez solos? ¿No quisimos entonces respuestas? Más, ahora, ¿nadie responde?
Porque yo no tengo esas respuestas. Pero sé hacer eco.
Me gustaMe gusta
Supongo que porque fue el primer post o porque simplemente, como dices, todos nos hacemos las mismas preguntas. Al fin y al cabo, esto de la vida es un camino de constante búsqueda, no?
Me gustaLe gusta a 2 personas
Pues no lo sé, yo estoy tan perdido que todavía ando buscando el camino. Pero cuando haces tantas preguntas el texto se convierte inevitablemente en filosofía, y eso atrae a gente extraña. Como yo, sin ir más lejos. Aparecerán más, seguro. Bienvenida.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Se pregunta Israel (él me ha empujado hasta ti) porqué nadie contesta a tus preguntas, quizá son preguntas sin respuestas o respuestas que no nos gusta hacernos por no enfrentarnos a la verdad.
Somos lo que sentimos y variamos al compás de esas emociones que contruyen nuestra vida, mientras un reloj imaginario va guardando los miles de episodios que nos van sucediendo y conforman nuestro tiempo… El tiempo de nuestro pasar por este mundo.
Espero poder seguirte con asiduidad, Paloma y deseo que encuentres la más intensa satisfacción en la escritura, para mí es la mejor terapia, mi tranquilizante más efectivo cuando me siento sola y perdida.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muchas gracias Estrella. Como dices, la escritura es la mejor terapia.
En cuanto a las preguntas, sí, creo que todo ser humano tiene esa voz interior que le llama a buscar, como dices, esa verdad.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¿Quién eres? ¿quién soy?
¿De verdad alguien cree ser poseedor de tales respuestas? Yo no las tengo. Soy todo y nada. Para algunos buena y para muchos otros mala. Para algunos encantadora y para otros simplemente correcta. ¿Y quién soy para mí?
Me gustaLe gusta a 2 personas
Pregunto, luego existo. Ya es un buen principio ¿no? A partir de ahí todo está por definir. Y es una suerte, porque en caso contrario esto sería tan aburrido…
Me gustaLe gusta a 1 persona
¿Alguna vez llegamos a conocernos a nosotros mismos? Siempre habrá algo que nos sorprenderá, que desconocíamos de nuestra forma de ser.
De momento, encantada de conocerte, Paloma. Besos 😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Igualmente 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona