A veces ser testigo de mí misma, de mis pensamientos, de las motivaciones que me empujan a decir o hacer algo, no es fácil.
Ego
A veces ser testigo de mí misma, de mis pensamientos, de las motivaciones que me empujan a decir o hacer algo, no es fácil.
Pienso, y pienso, y pienso en ti buscando qué decir para que me escuches. Pero si lo que dice mi alma no es suficiente, entonces, ¿qué lo será?
El tiempo sigue su implacable rutina y se empeña en recordármelo a través del movimiento.
Un poema de Rumí que encierra lo que mi corazón siente. Creo que la historia de la humanidad cambiaría de rumbo, dejaría de repetirse, si todos los hombres y mujeres hicieran suyas en carne propia, estas palabras.
Cuando sin un porqué, me contemplo las manos y veo las líneas que representan el paso de mis días y doy gracias, gracias, gracias...
A pesar de que según me voy haciendo mayor esto de la vida va perdiendo el sentido...
La mosca se posó sobre el vómito de un perro y creyó haber encontrado el paraíso.
Me vuelvo loca. Cómo hacerle caso a la razón cuando el corazón no deja. Quisiera mirar hacia atrás para convertirme en una estatua de sal y no sentir más.