Este pasado fin de semana tuve la oportunidad de asistir a un evento maravilloso: Powerful U. No me quiero extender en explicar en qué consistía el programa, pero podéis haceros una idea (la información está en inglés) visitando su sitio haciendo clic aquí.

Al evento, asistieron oradores de la talla de Jay Shetty, Brendon Burchard y Tom Bilyeu entre otros (de ellos hablaré en futuras entradas), con la misión de darnos las herramientas necesarias para perseguir y cumplir nuestros sueños (a nivel personal y profesional).

En mi caso, mi sueño es escribir con propósito. Si una cosa tengo clara, es que siempre que escriba, sea ficción o no, lo haré con el objetivo de protestar y abogar por una causa; de mover corazones; de ser la voz del que no la tiene, en fin, creo que entendéis lo que quiero decir.

Por alguna razón que sinceramente desconozco, ese quehacer es una necesidad que me carcome por dentro. Es un llamado al que debo atender. Hace poco encontré, en uno de mis cuadernos, un párrafo que explica perfectamente dicha necesidad y os lo expongo a continuación:

«Esa voz que me llama es como una zarza que, ardiendo, no se consume. Es como un susurro constante que dice mi nombre. Su voz sale de lo más profundo. De ese lugar que se esconde y que parece inalcanzable, pero que está ahí.

Me llama y me llama, y me pide que la busque. Es una súplica llena de añoranza. Es una mano que traspasa mis entrañas implorando que la atienda».

Y eso es lo que pretendo: no dejar de escucharla y hablar sin barreras. Todavía no tengo muy claro cómo lo voy a hacer, pero los primeros pasos están dados con este espacio, y con la publicación de mi primera novela «El llamado».


Una vez dicho esto, vamos a entrar en materia.

El motivo de esta entrada es el de hablaros de una mujer: Leila Janah.

¿Por qué? Os preguntaréis. Muy simple. Primero, porque prometí compartir lo aprendido en las conferencias y, segundo, porque su visión y proyectos me parecen tan innovadores y beneficiosos para el futuro de los que habitamos en esta gran esfera que nos alberga, que la he colocado en el número uno de mi lista.

thETQPZP71
1. Leila Janah trabajando en el proyecto The Borgen Project

A sus treinta y seis años, Leila Janah, es fundadora y CEO de Samasource y LXMI. Su misión: terminar con la pobreza global a través de la apertura de puestos de trabajo sostenibles.

Con Samasource ha conseguido ofrecer trabajo a más de cincuenta mil personas en extrema pobreza, y la cifra sigue en aumento. Uno inmediatamente se pregunta ¿cómo? Y la respuesta es: a través de la tecnología. Hoy en día se puede trabajar desde cualquier lugar, así que lo que se ofrece son trabajos digitales. ¿En qué consisten? En generar un banco de Data Label para empresas que manejan proyectos de inteligencia artificial.

Samasource-logo[1]

¿Pero cómo empezó todo?

Leila, después de haber trabajado como voluntaria en proyectos de ayuda social en el continente africano, llegó a la conclusión de que la clave estaba en dejar de solucionar los síntomas y enfocarse en solucionar la causa.

En la mayoría de países subdesarrollados, el problema radica en la falta de oportunidades laborales y, al final, el círculo del subdesarrollo es uno difícil de romper si no se empieza por ahí, por la oferta laboral.

No trabajo – no educación -no trabajo -no consumo -malnutrición – problemas de salud -condiciones de vivienda y salubridad deficientes -no trabajo -aumento de la mortalidad.

Por otro lado:

Trabajo -educación -trabajo -consumo -buena alimentación -condiciones de salud favorables- acceso a una mejor vivienda -esperanza de vida mejorada, etc.

Una vez, una mujer a la que Leila intentaba ayudar ofreciéndole ciertas provisiones, le dijo:

«Yo no necesito que me des esto ahora, no me ayuda, lo que necesito es trabajo».

Y la «simple» confesión de esta mujer, hizo que un interruptor se disparase en su interior y, entonces, vino la pregunta:

«¿Cómo puedo crear puestos de trabajo para estas personas; trabajos que sean bien remunerados y sostenibles a la vez?».

Y tratando de encontrar la respuesta, se le ocurrió la idea de lo que hoy se conoce como SAMASOURCE. Y es que, si algo he aprendido en Powerful U, es que con esa pregunta clave, viene el cambio.

Cuando sacamos al cerebro de su perpetua comodidad para retarlo con un problema (pregunta), si somos lo suficientemente audaces para buscar la respuesta a eso que desconocemos, entonces, y solo entonces, seremos agentes de cambio.

¿Cuál es la pregunta? ¿Cuál es la respuesta a esa duda que no te deja pegar ojo por las noches? ¿Cuál es ese dilema que te persigue? Lucha, busca la solución y pondrás en marcha una maquinaria capaz de transformar vidas. Si tienes un gusanillo que te pica por dentro, no lo ignores, escúchalo, hazte preguntas y embárcate en un viaje que seguramente te sorprenderá.

Para terminar, os dejo la historia de Martha (la traduzco abajo para los que lo necesitéis), y cómo Samasource la ayudó a mejorar su calidad de vida. También os sugiero que visitéis el proyecto LXMI visitando su página aquí. Me parece una excelente idea añadir, a la lista de regalos navideños, alguno de sus productos.

Un abrazo muy fuerte y… ¡A luchar por nuestros sueños!

En Kenia es muy difícil encontrar trabajo. La gente con bienes son los que lo consiguen. Y nosotros aquí, pasamos muchas penas. Mi madre me abandonó cuando era todavía pequeña. Fui a vivir con mi tío al barrio bajo y fue una vida difícil. Mi tío solía llegar tarde por las noches, borracho, y empezó a abusar de mí. Los vecinos se dieron cuenta, y realmente fue un tormento emocional.

Fue una vida muy dura. Pero, a pesar de todo, sabía que los retos en la vida nos hacen fuertes.

Mi tía murió y tuve que buscar ayuda en otro lugar. Fui llevada al centro de acogida de St. Marion,  hasta que mi tiempo allí se cumplió y tuve que buscar otro lugar en el que quedarme. No tenía trabajo y tampoco tenía un lugar al que ir. No sabía lo que iba a hacer.

SAMASOURCE, A TRAVÉS DE UNA OFICINA LOCAL, INVITÓ A MARTHA A APLICAR A UN TRABAJO.

Samasource me encontró. Fui a la entrevista, hicimos los exámenes y después me dijeron que volviera a casa, que ellos me llamarían. La mayoría de personas que han hecho a la entrevista me dijeron: «no va a suceder, a nosotros nunca nos llamaron».

Es difícil seguir creyendo cuando las cosas no salen como uno quiere que vayan.

KENIA TIENE UN 40% DE DESEMPLEO.

Después de unos días, me llamaron de Samasource y me dijeron: «Has pasado». Y ese fue el día más feliz de mi vida.

El primer día me sentí ansiosa. Me levanté por la mañana y me puse ropa de oficina y  fui al trabajo. Mi mayor miedo fue básicamente todo. La sensación de estar por primera vez en una oficina grande en la que nunca había estado; estar frente a una computadora, cuando nunca antes lo has estado tampoco…  Pero me gustó la sensación. Me encantó.

Hay momentos en los que pensé: «Esto es demasiado bueno para ser verdad». ¡Pero es verdad!

Ha sido un sueño para mí tener mi casa, pagar la renta, comprar mi propia comida, ser independiente…

Bienvenidos a mi cuarto. Aquí es donde guardo mi ropa, mis cosas; y esta es mi cama… está un poco deshecha ahora mismo. Me gusta que las cosas queden bien arregladas.

Gracias a Samasource.

Nos encontraron a nosotros, a los más desafortunados.

Han sido mis ángeles; me rescataron de la vida tan dura que tenía y me dieron una mejor. A veces imagino mi vida y… nunca hubiera llegado tan lejos, sí.

MARTHA ESTÁ A PUNTO DE CONVERTIRSE EN UNA DE LAS GERENTES DE SAMASOURCE Y PLANEA SACARSE UNA TITULACIÓN EN MERCADEO.

giveworkblack-50f9d5aaadcb4[1]

 

1. FOTO: https://borgenproject.org/samasource-outsourcing-poverty/

2 comentarios en “POWERFUL U 1: Leila Janah. SAMASOURCE.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s