Miramos dentro, lo hacemos hacia fuera pero en realidad no queremos saber nada, nada, nada... por lo menos a mí me pasa.
En él.

Miramos dentro, lo hacemos hacia fuera pero en realidad no queremos saber nada, nada, nada... por lo menos a mí me pasa.
Sé que el título no es muy grato para este último día del año, sin embargo, dentro de él se encierra una protesta. Es un llamado de atención a la tendencia que tenemos los seres humanos de vivir sin vivir y de hablar mal del otro.