Sin flotador y sin saber nadar.

Si nos ponemos a investigar qué parámetros hemos de seguir para que nuestro libro se convierta en un buen producto y venda, ¿no corremos el riesgo de regirnos por esas necesidades y no por las propias de nuestra historia, de nuestro corazón, de nuestro Llamado? Porque si una cosa tengo clara, es que voy a serle fiel a mi relato, a mis personajes pero, sobretodo, al mensaje guardado detrás de esas miles de palabras escritas desde la necesidad.

6 Tips para escritores en construcción II.

El corazón de cualquier historia está conformado por aquellos que la viven: los personajes. Sin ellos, existe un profundo vacío en el que la narrativa pierde el sentido, porque sus pasos, sentimientos y decisiones son, en definitiva, los que marcan el curso de las múltiples travesías. Sus apariencias, voces e intenciones, colorean la trama con un tono determinado para hacer de su camino, uno creíble, vivible y, por qué no, deseado.